LAS MEJORES SEMILLAS DE CANNABIS EN COLOMBIA, ¡ESTÁN AQUÍ!
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Periodo de Floración de la marihuana

La floración es la fase en la cual las plantas de cannabis desarrollan cogollos impregnados de resina rica en cannabinoides (THC, CBD, CBN, etc.).

Durante este periodo el desarrollo de las plantas cambia su enfoque, pasa de centrar sus esfuerzos en producir tallos y hojas durante la fase de crecimiento vegetativo a centrar sus esfuerzos en producir cogollos y cannabinoides durante la floración. Este cambio de enfoque en el desarrollo de la planta provoca una notoria disminución en su crecimiento horizontal y vertical, y un gran aumento en su densidad, debido a la aparición de los cogollos en las ramas.

Antes de tomar la decisión de cambiar el régimen lumínico para entrar en fase de floración, debes evaluar algunos aspectos fundamentales, como: plagas, enfermedades, carencias nutricionales, estrés y tamaño deseado. En caso de que la planta se encuentre afectada por uno o más de estos aspectos, es recomendable corregir el factor que causa el problema y prolongar entre 2 y 5 semanas la fase de crecimiento vegetativo, con el objetivo de dar a la planta tiempo para su recuperación.

La capacidad de recuperación y renovación de hojas en las plantas de cannabis es mucho mayor durante la fase de crecimiento vegetativo, lo que posibilita la eliminación de hojas enfermas y la aparición de nuevas hojas sanas. Esto siempre y cuando se proporcionen las 18 horas de iluminación necesarias cada día para que la planta permanezca en esta fase. Por el contrario, durante la fase de floración la planta cuenta con menor capacidad y tiempo para su recuperación, ya que centra todas sus energías en la producción de cogollos y cannabinoides.

NOTA: La fase de crecimiento vegetativo en las variedades autoflorecientes no puede ser prolongada indefinidamente. Por lo tanto, no es posible alargar esta fase para permitir la recuperación de las plantas frente a cualquier adversidad. En caso de presentarse algún problema durante el ciclo de vida de las variedades autoflorecientes, lo más probable es que esto se vea directamente reflejado en la calidad y la cantidad de la cosecha al finalizar el ciclo de vida de la planta.

Una vez las plantas de cannabis se encuentran en perfecto estado de salud y han alcanzado el tamaño deseado, es momento de cambiar el régimen lumínico de 18 horas de iluminación y 6 de oscuridad a 12 horas de iluminación y 12 horas de oscuridad.

Cuando las plantas de cannabis son cultivadas en climas tropicales y subtropicales, como Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Brasil, Panamá, Venezuela, Bolivia y Centroamérica, estarán expuestas naturalmente a 12 horas de sol y 12 horas de oscuridad todos los días del año. Las variedades sativa genéticamente puras son originarias de estas regiones tropicales; de ahí que están adaptadas genéticamente a este clima, y adquieren suficiente tamaño cuando son expuestas únicamente a 12 horas de iluminación y 12 horas de oscuridad, sin pasar por las 18 horas de iluminación que necesitan los híbridos y variedades indica para adquirir el suficiente tamaño durante la fase de crecimiento vegetativo.

NOTA: someter las variedades indica e híbridos indica/sativa durante la fase de crecimiento vegetativo a 12 horas de iluminación y 12 horas de oscuridad no ocasionará su muerte, pero sí un crecimiento lento y débil.

Durante la fase de floración las necesidades nutricionales de las plantas cambian, dado que pasan de necesitar principalmente nitrógeno en la fase de crecimiento vegetativo a necesitar fósforo y potasio durante esta nueva fase. El aporte de microelementos es importante durante toda la fase de crecimiento de la planta.

Prefloración

Durante la prefloración las plantas de cannabis exhiben su sexo, desarrollando pequeños órganos sexuales inmaduros que sirven para identificarlas. Esto puede suceder, a pesar de estar en fase de crecimiento vegetativo bajo un régimen lumínico de 18 o más horas de iluminación cada día.

Con ayuda de una lupa, estos pequeños órganos inmaduros pueden ser detectados en los nudos donde se unen las ramas y los tallos.

Normalmente, la mayoría de los cultivadores esperan obtener un gran porcentaje de plantas hembra en su cultivo. Las plantas macho no producen cogollos ni cannabinoides y deben ser eliminadas, ya que de polinizar a las hembras estas concentrarían su energía en la producción de semillas, disminuyendo la cantidad y calidad de la cosecha final. Además, las hembras que no han recibido polen masculino desarrollan cogollos conocidos como «sin semilla», y son más apetecidos por los consumidores de cannabis, ya que los cogollos cargados de semillas dificultan el proceso de elaboración de cigarros de marihuana y también disminuyen su calidad.  

Las plantas hembra producen gran cantidad de cogollos impregnados de resina rica en cannabinoides (THC, CBD, CBN, etc.).

Con los avances en el desarrollo genético se han creado las semillas feminizadas, estas producen 99,9 % de plantas hembra, lo que evita la molestia y pérdida de dinero al tener que eliminar plantas de sexo masculino.

Floración

Una vez estás seguro de que las plantas han alcanzado el tamaño deseado, están libres de plagas o enfermedades y no tienen carencias nutricionales, es momento de dar a las plantas un estricto régimen lumínico de 12 horas de iluminación y 12 horas de oscuridad total cada día. Con este cambio la planta entenderá que es el momento de comenzar la floración.

Las plantas autoflorecientes no necesitan el cambio de régimen lumínico para comenzar su etapa de floración; por el contrario, los mejores resultados se obtienen al someterlas a 20 horas de iluminación y 4 de oscuridad durante todo su ciclo de vida.

Durante las primeras semanas las plantas hembra comienzan a desarrollar pequeñas flores en las puntas de sus ramas. Con el paso del tiempo, estas crecen y forman densas capas de resina rica en cannabinoides; finalmente, estas pequeñas flores se convierten en densos cogollos.

La forma, color, densidad y efecto de los cogollos que producen las plantas hembras de cannabis depende de sus características genéticas. Las variedades con tendencia sativa producen cogollos aireados, aroma dulce o cítrico y un claro efecto estimulante y psicoactivo. Las variedades con tendencia indica producen cogollos densos, aroma dulce y terroso y un claro efecto narcótico psicoactivo.

A partir de la quinta semana de floración debes tener cuidado con la lluvia y la humedad, especialmente si las plantas están siendo cultivadas en regiones tropicales. Debido a la densidad de los cogollos, a partir de la quinta semana, hongos patógenos como botrytis pueden desarrollarse en su interior, si las condiciones de humedad son altas.

Para prevenir la aparición de botrytis en las etapas avanzadas de floración es fundamental proteger las plantas de la lluvia. Cuando son cultivadas en exterior, patios o terrazas se deben usar invernaderos. Un techo de plástico para invernadero con dos caídas de agua a 45 grados es útil para proteger las plantas.

Generalmente el periodo vegetativo toma entre 7 y 16 semanas en completarse. Las variedades indica son de rápida floración (7 a 8 semanas), las variedades sativa son de larga floración (10 a 16 semanas) y los híbridos indica/sativa muestran un punto medio que puede variar entre 8 y 10 semanas.

La clave para identificar el momento ideal para cosechar las plantas hembra, está en el color de los tricomas que producen los cogollos. La resina pegajosa está compuesta a base de tricomas. Los tricomas son los responsables de la producción de cannabinoides y terpenos.

Durante la fase de floración, los tricomas van creciendo poco a poco, e inician con un tono transparente; durante las últimas etapas de la floración, adquieren un color blanco lechoso, y finalizan con un tono ámbar en sus puntas.

El momento ideal para cosechar los cogollos es cuando los tricomas adquieren un color lechoso con toques ámbar. Si se cosechan cuando tienen el color lechoso el efecto será más estimulante. Cuando se cosechan al tener el color ámbar, el efecto será más narcótico. El momento ideal para cosechar depende del gusto de cada cultivador.

Debes suspender el riego y cualquier aplicación de agua o fertilizante a la planta, 8 días antes de ser cosechada. El objetivo es que la planta consuma sus reservas hídricas y el proceso de secado sea más rápido y menos propenso a la aparición de hongos por acumulación de humedad en la materia vegetal.

Cuando se han usado fertilizantes minerales es recomendable que el último riego sea un lavado radicular para eliminar el exceso de sales en el sustrato, y evitar que los cogollos adquieran sabor a fertilizante. El lavado radicular consiste en la aplicación del agua pura equivalente a 4 veces el volumen del sustrato; por ejemplo, si el sustrato es de 30 litros, se deben aplicar 120 litros de agua para realizar el lavado radicular. Para realizar este proceso de una forma correcta y eficiente es fundamental contar con un sustrato que posea una buena estructura para permitir el drenaje del agua.

Una vez que se ha realizado el lavado radicular, han pasado 8 días desde el último riego y los tricomas están en el punto ideal, es hora de cosechar la planta. El proceso de cosecha inicia con el corte de las hojas grandes que salen de los nudos y no contienen resina. Los cogollos desarrollan pequeñas hojas que salen de ellos y tienen resina en su base. Puedes eliminar las puntas de estas hojas que contienen poca resina o eliminarlas por completo y guardarlas para posteriormente extraer la resina y producir hash.

Cuando la planta está libre de hojas y solo quedan los cogollos, se procede a cortar la planta por la parte inferior del tallo y se almacena en el lugar donde se va a realizar el proceso de secado.

El lugar en el cual vas a secar los cogollos debe ser oscuro, fresco, ventilado y poco húmedo. Este proceso toma aproximadamente 15 días.

Con esto finaliza el ciclo de vida de las plantas de cannabis. Después de varios meses de esfuerzo, verás la recompensa con una cosecha de gran calidad, la cual te va a permitir disfrutar de las bondades de esta planta sagrada.