Las semillas de cannabis se encuentran dividas en el mercado según el comportamiento de las plantas que producen al ser germinadas. La principal diferencia se encuentra en la cantidad de horas de iluminación que necesitan para crecer y florecer, y el tiempo que transcurre desde la germinación de las semillas hasta la cosecha de los cogollos.
Marihuana fotodependiente y
marihuana autofloreciente
Cuando se habla de cannabis fotodependiente, se hace referencia a todas las variedades de C. sativa, C. indica e híbridos sativa/indica. La única especie que no entra en esta categoría es C. rudelaris y, por lo tanto, los híbridos autoflorecientes.
El término fotodependiente hace referencia a la total influencia que ejerce el régimen lumínico,
al cual son expuestas las plantas, en su desarrollo.
Las variedades fotodependientes permiten el establecimiento de plantas gigantes, tras varios meses de crecimiento vegetativo, como también la creación de plantas madre, las cuales servirán como fuente de clones o esquejes.
Exceptuando las variedades 100 % C. sativa, todas requieren entre 16 y 18 horas de iluminación cada día durante la fase vegetativa, para mantener un crecimiento fuerte y sano. Mientras se den más de 18 horas de iluminación cada día a las plantas de estas variedades, permanecerán en fase de crecimiento vegetativo de forma indefinida.
Para dar inicio a la fase de floración debes cambiar el régimen lumínico, pasando a 12 horas de iluminación y 12 de oscuridad, cada día. Una planta fotodependiente está lo suficientemente madura para entrar en fase de floración entre la sexta y octava semana desde el inicio de su ciclo de vida.
Una planta fotodependiente normalmente produce una cosecha de entre 150 y 300 gramos de cogollos secos, dependiendo de las características genéticas y el método de cultivo. En cuanto a su tamaño, este oscila entre 2 y 3 metros de altura. Cuando se producen plantas gigantes durante la fase vegetativa, el tamaño de la cosecha puede alcanzar entre 500 gramos y 2 kilogramos por planta.
NOTA: A pesar de que las variedades de C. sativa no necesitan más de doce horas de iluminación para mantener un crecimiento vegetativo fuerte y sano, ya que están adaptadas al clima tropical, sí necesitan más de dieciséis horas de iluminación para permanecer en fase vegetativa de forma indefinida, o para el establecimiento de plantas madre como fuente de clones.
Pros:
Gran producción
Tamaño fácilmente manipulable
Posibilidad de clonación
Contras:
Ciclo de vida mayor que el de las variedades autoflorecientes
Las plantas se ven afectadas si reciben más de 12 horas de iluminación durante la fase de floración
Cuando se habla de variedades autoflorecientes se hace referencia a plantas que, sin importar el número de horas de iluminación que reciban cada día, van a crecer y a florecer en un periodo predeterminado.
Las variedades autoflorecientes se crean a partir del cruce de la especie C. ruderalis, responsable del rasgo autofloreciente, con variedades de las especies indica y sativa, o híbridos a partir de ellas.
Las variedades autoflorecientes tienen casi las mismas características de las variedades de cannabis fotodependientes, excepto que comienzan la fase de floración una vez la planta alcanza su madures sexual, sin importar el régimen lumínico al cual estan expuestas.
Las variedades autoflorecientes normalmente comienzan a florecer después de tres o cuatro semanas de la germinación de las semillas y, generalmente, su ciclo de vida es de ocho a nueve semanas.
Para obtener el máximo provecho de una variedad autofloreciente, se recomienda someter las plantas a un régimen lumínico de 20 horas de iluminación y 4 horas de oscuridad cada día, durante todo el ciclo de vida de las plantas.
Una planta autofloreciente normalmente produce una cosecha de entre 50 y 100 gramos de cogollos secos, dependiendo de las características genéticas y el método de cultivo. Su tamaño oscila entre 40 y 80 centímetros de altura.
Las variedades superautoflorecientes (rudelaris x sativa) alcanzan alturas de más de 1,5 metros, producen cosechas de hasta 250 gramos de cogollos secos y normalmente su ciclo de vida es de 3 meses.
Pros:
Rápida cosecha
Ocupan poco espacio
Contras:
Producción moderada a baja
No es posible su clonación